Con el clima como principal aliado, y los vecinos que acompañaron las propuestas de las distintas áreas municipales involucradas en la organización, el viernes por la noche la céntrica calle 25 de mayo volvió a convertirse en peatonal.
Los juegos preparados por el grupo Envión le daban la bienvenida a aquellos que se acercaban por la 9 de julio: ta-te-ti gigante, el pescador y otros entretenimientos fueron disfrutados por los más pequeños, que aprovechaban el maquillaje artístico y se iban de allí con las caras “decoradas”.
A pocos metros de allí se presentaba el Circo du Solari con un show de malabares y humor de gran nivel. Sin dudas fue uno de los grandes atractivos de la jornada, no solo para los niños sino para todos quienes rodearon al protagonista.
El arte también tuvo un sector predeterminado, llegando a la calle Belgrano se ubicó un talentoso caricaturista que no descansó un segundo: chicos y grandes no quisieron perderse la oportunidad de ver sus rostros plasmados en un papel. Y muy cerca de allí se ubicó la artista Lucila Arce, quien dejó su sello en la calle pintando una increíble imagen admirada por quienes pasaban por el lugar.
A metros de “la esquina más céntrica de la ciudad” Ana Christiansen y Gi Vulca contagiaron su energía, fuerza y coordinación con una clase abierta de zumba que, hasta el menos bailarín de los presentes se lo vio “tirando un paso”.
Y mientras un mimo acaparaba la atención del público, sobre el escenario alumnos de la escuela de rock y de rap que asisten al Espacio Cultural se fusionaron, brindando un espectáculo que sorprendió a más de uno. Sobre el final, la banda Without Name (la cual participó en las finales de los Juegos Bonaerenses) dio un mini recital, cerrando así los espectáculos organizados para “la vuelta de la peatonal”.
Otro de los atractivos fue el eco canje donde a cambio de un residuo tecnológico se les entregó a los vecinos plantas y plantines de verduras, producidas en el vivero municipal.